Salve!!!
El sábado a las 6 de la mañana comenzó la travesía en la casa de los misioneros. Poco a poco se iba formando el contingente, el cual, luego de unas palabras de envío del Padre Iván, salió entusiasmado al encuentro del cerro.
Llegados a Rodeo de Piedra, de la mano de Oscar, comenzamos a dar los primeros pasos. Luego de una caminata de casi 3 horas llegamos al lugar donde acampamos y, pocos minutos después del armado de las carpas, se desató una gran tormenta que duró unas cinco horas y mojó gran parte de la ropa que llevamos.
Pasado el temporal, y luego de reconsiderar una y otra vez si podíamos alcanzar la cima en estas condiciones, el grupo, en un acto heroico se decidió por quedarse y sufrir lo necesario con tal de trepar a este gigante de 2800 metros de alto.
Dios bendijo con creces este salto de fe y nos concedió buen clima durante todo el resto del día. Con un cielo estrellado nos fuimos a dormir luego de contemplar la creación y de rezar en común alrededor de una improvisada fogata.
A primera hora del domingo, salimos con Oscar – quien luego fue bautizado como “el flaco cabra” por su destreza en la subida – dispuestos a alcanzar la cima del cerro. Después de tres horas y media de subida, finalmente, alcanzamos la cresta del Champaquí. Desde allí, y entre todas las nubes que allí había, pudimos contemplar la maravillosa obra del Creador. Luego de un breve almuerzo y un descanso de igual duración nos sacamos la foto en la Cruz que está instalada en el cerro y emprendimos posteriormente la bajada.
De nuevo en el campamento, nos dedicamos a descansar y a aprovechar el arroyo que teníamos antes de la vuelta a Dolores.
Terminamos todos en la Parroquia de Nra. Sra de Schoenstatt en la Misa del Domingo. Uno del equipo se animó a dar su testimonio y dejó a todos admirados al contar su experiencia del encuentro con Dios en la Creación.
Un aplauso para estos valientes aventureros!
Llegados a Rodeo de Piedra, de la mano de Oscar, comenzamos a dar los primeros pasos. Luego de una caminata de casi 3 horas llegamos al lugar donde acampamos y, pocos minutos después del armado de las carpas, se desató una gran tormenta que duró unas cinco horas y mojó gran parte de la ropa que llevamos.
Pasado el temporal, y luego de reconsiderar una y otra vez si podíamos alcanzar la cima en estas condiciones, el grupo, en un acto heroico se decidió por quedarse y sufrir lo necesario con tal de trepar a este gigante de 2800 metros de alto.
Dios bendijo con creces este salto de fe y nos concedió buen clima durante todo el resto del día. Con un cielo estrellado nos fuimos a dormir luego de contemplar la creación y de rezar en común alrededor de una improvisada fogata.
A primera hora del domingo, salimos con Oscar – quien luego fue bautizado como “el flaco cabra” por su destreza en la subida – dispuestos a alcanzar la cima del cerro. Después de tres horas y media de subida, finalmente, alcanzamos la cresta del Champaquí. Desde allí, y entre todas las nubes que allí había, pudimos contemplar la maravillosa obra del Creador. Luego de un breve almuerzo y un descanso de igual duración nos sacamos la foto en la Cruz que está instalada en el cerro y emprendimos posteriormente la bajada.
De nuevo en el campamento, nos dedicamos a descansar y a aprovechar el arroyo que teníamos antes de la vuelta a Dolores.
Terminamos todos en la Parroquia de Nra. Sra de Schoenstatt en la Misa del Domingo. Uno del equipo se animó a dar su testimonio y dejó a todos admirados al contar su experiencia del encuentro con Dios en la Creación.
Un aplauso para estos valientes aventureros!